Planta de filtración de agua alimentada por Caritas Fue alcanzado por ataques aéreos rusos

La falta de agua limpia es un desafío en Ucrania, especialmente en las zonas cercanas al frente. Caritas Ucrania cuenta con varias torres de agua y plantas de filtración en funcionamiento para responder a este desafío, con el apoyo de Noruega. Las plantas son móviles, por lo que pueden ser trasladadas si los rusos se acercan peligrosamente.
La movilidad de las plantas de filtración las protege de las fuerzas terrestres rusas, pero no de los ataques aéreos rusos, cuya intensidad ha aumentado este verano. A principios del verano, una de nuestras plantas de filtración en Ivanivka fue atacada. El ataque no impactó la planta en sí, sino muy cerca. La explosión fue lo suficientemente potente como para dejarla fuera de servicio.
Se iniciaron las reparaciones con el apoyo de Caritas Noruega. La planta de filtración se ha trasladado a otra ubicación por razones de seguridad, pero sigue en funcionamiento y produce agua limpia.
¿Por coincidencia, las plantas de filtración de agua están siendo atacadas?
No está claro si la planta de filtración fue el objetivo de este ataque en particular o si fue un golpe fortuito. Sin embargo, no cabe duda de que los rusos llevan mucho tiempo buscando destruir infraestructuras críticas de Ucrania. Al cortar el suministro de electricidad y agua, esperan agotar a la población ucraniana.
El ataque a la planta de filtración de Cáritas podría formar parte de esta estrategia. Por ejemplo, casi al mismo tiempo, una planta pública de agua en Kramatorsk fue destruida por un ataque ruso. El último ataque fue en julio, pero la planta ha sido atacada tres veces en los últimos seis meses.
La situación cerca del frente, en el lado ucraniano, es difícil. En las zonas ocupadas es aún peor, como han informado recientemente varios medios de comunicación internacionales. Esto se aplica tanto al suministro de electricidad como al de agua. Las autoridades rusas afirman que las zonas que actualmente carecen de suministro propio de agua deberían recibirla de camiones cisterna al menos cada tres días. Según el Washington Post, una aldea ocupada, Osypenko, estuvo sin suministro de agua durante un mes entero.
