Conseguí el trabajo de mis sueños después de un año como voluntario en Caritas

Como voluntario en Caritas Los centros de recursos humanos ofrecen experiencia laboral real que aumenta las posibilidades de conseguir un empleo permanente. Erlend Falck es un buen ejemplo de ello.
Tras varios años de desempleo y un fuerte deseo de trabajar como supervisor, NAV le aconsejó que se pusiera en contacto con Caritas Fue el comienzo de trece meses como voluntario en el Centro de Recursos, donde tuvo la oportunidad de colaborar en el servicio de orientación. Pero también fue el inicio de una nueva etapa en su vida laboral.
Ser voluntario en Caritas No solo me brindó una valiosa experiencia, sino también un sentido de propósito y realización. Me tomé el rol muy en serio y lo traté como un trabajo. Era de los primeros en llegar por la mañana y de los últimos en irme por la tarde. Asumí responsabilidades, ayudé a otros voluntarios y aprendí muchísimo sobre comunicación, colaboración y cómo relacionarme con personas de diferentes orígenes y necesidades.
Erlend Falck, ex voluntario de Caritas centro de recursos

Seguridad y autoconfianza
Durante el tiempo en Caritas Erlend también fue responsable de las pruebas de hepatitis B/C y desarrolló habilidades que resultaron cruciales cuando solicitó un nuevo empleo.
—La capacidad de adaptar la comunicación, mantener la calma en situaciones exigentes y mostrar confianza y seguridad en uno mismo: todo esto me ayudó a ser un candidato atractivo —dice Erlend.
Hoy trabaja en la recepción de la organización Self-Help for Immigrants and Refugees (SEIF), donde recibe a quienes buscan ayuda, contesta el teléfono y ofrece orientación básica.
Me lo paso de maravilla y el ambiente laboral es el mejor que he experimentado jamás. A través de dos rondas de entrevistas, pude demostrar tanto mis conocimientos como mi personalidad, y quedó claro que la experiencia de Caritas Causó impresión.
Al mismo tiempo, desea destacar:
– Caritas Me dieron la oportunidad, pero fue mi propio esfuerzo lo que me impulsó a seguir adelante. Recomiendo encarecidamente a otros que se ofrezcan como voluntarios con Caritas —pero con una clara vocación. Considéralo como un trabajo. Muéstrate motivado, comprometido y con ganas de aprender. Escucha a quienes tienen experiencia y demuestra responsabilidad. Así, el voluntariado puede convertirse en un trampolín hacia un empleo fijo, como me sucedió a mí.