Aunque Janusz lleva siete años viviendo, trabajando y pagando impuestos en Noruega, sigue sin tener derecho a un médico de cabecera y a otras prestaciones sociales. Esperamos que él y todos los que se encuentren en una situación similar sean tenidos en cuenta en nuestra futura política de integración.

La explotación de los trabajadores extranjeros está muy extendida en el mercado laboral noruego. Los trabajadores inmigrantes procedentes de países del EEE que no están registrados como residentes y están excluidos de muchos servicios sociales disponibles para todos los demás trabajadores son especialmente vulnerables. Se pueden reconocer algunas características comunes. Suelen estar empleados con contratos de corta duración a través de agencias de colocación, se encuentran en una situación económica difícil y no tienen derecho a un programa de introducción ni a formación en noruego.

Muchos de los recién llegados se encuentran en la fase más difícil de establecerse en un nuevo país, con una gran necesidad de información y una mayor vulnerabilidad a la explotación. Al mismo tiempo, nuestra experiencia nos dice que una gran proporción de las personas a las que el gobierno se refiere como trabajadores con contratos de corta duración ya han vivido y trabajado en Noruega durante varios años.

Prohibición de acceder a los servicios sociales

Una de las personas en cuestión es Janusz, a quien no se informó de sus derechos cuando llegó a Noruega hace siete años. Sigue sin estar registrado como residente ni inscrito en el registro nacional, por lo que no tiene derecho a un médico de cabecera ni a otros servicios sociales. Si necesita atención sanitaria, tiene que acudir a urgencias o a un proveedor privado y pagar un copago mucho más elevado. Acudió a Caritas en busca de ayuda para reclamar una indemnización a su empresa tras un accidente que no fue denunciado a las autoridades. Pero cuando la compañía de seguros le pidió el historial médico de su médico de cabecera, no tenía mucho que ofrecer.

Conocimientos lingüísticos

No es el único. Según Estadísticas de Noruega, hay alrededor de 140.000 trabajadores extranjeros que que no están registrados en Noruega. Apoyamos la mayoría de las propuestas esbozadas en NOU 2022:18 Entre movilidad y migraciónque se está consultando actualmente en el Parlamento noruego, pero nos preocupa que la situación de los inmigrantes laborales no residentes siga siendo la misma. Al no estar registrados, se encuentran en una posición especialmente débil en una situación de explotación.

Por lo tanto, en el seguimiento del informe será crucial obtener una mejor base de conocimientos sobre este grupo. Además, creemos que las medidas propuestas deben diseñarse para incluir a los inmigrantes que actualmente están al margen del mercado laboral regular y que no residen formalmente en Noruega. Esto se aplica, por ejemplo, a la propuesta de un derecho estatutario a la formación en lengua noruega y a los estudios sociales.

Los empresarios se salen con la suya

Muchas de las personas que acuden a nosotros lo hacen porque necesitan ayuda con un empleador poco ético. Lo que tienen en común es la falta de dominio del noruego y de conocimiento de sus obligaciones y derechos como empleados. Los casos van desde impagos de salarios, horas extraordinarias y vacaciones, a menudo combinados con amenazas, despidos improcedentes, lesiones profesionales no declaradas u otros delitos. El año pasado descubrimos 125 casos de explotación. De ellos, 80 estaban relacionados con el robo de salarios, y en lo que va de año ya hemos registrado unos 60 casos de este tipo.

Aunque el robo de salarios está tipificado como delito, nuestra experiencia es que la mayoría de los empresarios se salen con la suya, mientras que la policía abandona el caso y lo remite a la Junta de Conciliación. En Oslo, el volumen de casos es tan grande que el tiempo de espera para una reunión de conciliación puede llegar a ser de un año. Y sólo quienes tienen recursos y documentación suficiente se atreven a llevar el caso adelante. Los escasos conocimientos de noruego y los elevados requisitos de documentación hacen que la mayoría desista.

Escuchar a las organizaciones

La lucha contra el dumping social es importante para el gobierno. Esto está bien, pero no basta con un plan. En la "Conferencia sobre Economía Negra 2023" se pidió celeridad en el trabajo y medidas concretas. Esperamos que se aplique el Código Penal y que se modifique la Ley de Asistencia Jurídica de acuerdo con las propuestas del Comité de Asistencia Jurídica, para que los explotados tengan una oportunidad real de presentar su caso. También deben asignarse más recursos a la Autoridad Noruega de Inspección Laboral y a otros organismos públicos con autoridad para hacer un seguimiento de los casos. Estas son medidas que se apoyan en el informe de la NOU, y esperamos que los políticos hagan lo mismo.

Además, esperamos un impulso de las competencias en la integración de los trabajadores inmigrantes, y aquí las organizaciones que están en contacto con el grupo destinatario pueden aportar conocimientos y experiencia. Esto también se señala en la evaluación de KPMG sobre la cooperación de las agencias contra el dumping social. Las propuestas de la NOU permiten albergar esperanzas de mejora, pero presuponen que se atiende a todos, incluidos los que no residen formalmente.